La investigación de apoyo muestra que el consumo de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria.
El concentrado de aceite de pescado se fabrica bajo estrictos estándares de control de calidad. Está probado para estar libre de niveles potencialmente dañinos de contaminantes como PCB, dioxinas, mercurio y otros metales pesados.